Ruth Martha Shady Solís Una Peruana Ilustre - Descubridora de Caral la Civilización Más Antigua de América


Ruth Martha Shady Solís (nacida el 29 de diciembre de 1946 en Callao, Perú) es una destacada antropóloga, arqueóloga y educadora peruana, reconocida mundialmente por su trabajo en la revalorización y datación del sitio arqueológico de Caral, la civilización más antigua de América, datada entre 3000 y 1800 a.C. 

Es fundadora y directora de la Zona Arqueológica Caral, Unidad Ejecutora 003 del Ministerio de Cultura del Perú, y ha dedicado su carrera a investigar el desarrollo de organizaciones sociopolíticas complejas en el Perú prehistórico.

Biografía y Formación

Orígenes: Hija de un padre checo, Gerhard H. Hirsh (quien cambió su nombre a Gerardo Shady al llegar a Perú huyendo de la Segunda Guerra Mundial), y de una madre peruana, Rosa Solís. Su padre despertó su interés por la arqueología llevándola a sitios históricos y regalándole libros de historia desde niña.

Educación: Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), donde se graduó en Educación en 1964 y posteriormente obtuvo doctorados en Antropología y Arqueología. Realizó pasantías de especialización en Estados Unidos (Smithsonian Institution, 1978; Dumbarton Oaks, 1992-1993) y Francia.

Carrera académica: Es catedrática de posgrado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM y ha sido directora del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (1984) y del Museo de Arqueología y Antropología de la UNMSM.

Aportes y Descubrimientos

Civilización Caral: 

Desde 1994, Shady lidera el Proyecto Arqueológico Caral-Supe, que desenterró evidencias de la Civilización Norte Chico en el valle de Supe, a 184 km al norte de Lima. En 2001, publicó dataciones por radiocarbono que confirmaron que Caral, con arquitectura monumental y urbana de 2627 a 1977 a.C., es la civilización más antigua de América, anterior a las pirámides de Egipto. Este hallazgo redefinió la comprensión de los orígenes de la civilización en el continente.

Otros proyectos: Ha dirigido investigaciones en sitios como Végueta, Maranga, Pacopampa, Chota y Bagua, enfocándose en el desarrollo de estructuras sociopolíticas complejas en la costa, sierra y selva del Perú.

Patrimonio y desarrollo: Promueve el uso del patrimonio arqueológico para el desarrollo social y económico, integrando comunidades locales en proyectos como el turismo sostenible y la educación, como el programa “Caral en la escuela”.

Reconocimientos

BBC 100 Women (2020): Incluida en la lista de las 100 mujeres más influyentes e inspiradoras del mundo por su trabajo en Caral y su defensa del patrimonio.

Premio Nacional L’Oréal-UNESCO (2018): Por su contribución a la ciencia como mujer investigadora.

Orden al Mérito por Servicios Distinguidos (2021): Otorgada por el gobierno peruano en el grado de Gran Cruz.

Forbes Perú (2022): Seleccionada entre las “50 mujeres más poderosas del Perú” por su liderazgo en la investigación arqueológica.

Presidenta de ICOMOS-Perú: Dirige esta organización dedicada a la conservación del patrimonio cultural.

Desafíos

Shady ha enfrentado amenazas de muerte por parte de traficantes de tierras interesados en las zonas cercanas a Caral, un sitio declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2009. 

En 2002, sobrevivió a un ataque armado en el que fue herida en el pecho. 

Desde 2020, ha denunciado la falta de protección policial en el sitio y el abandono estatal a la investigación arqueológica, lo que la ha llevado a monitorear Caral de forma virtual por temor a su seguridad.

Legado

Ruth Shady no solo ha transformado el entendimiento de las civilizaciones americanas, sino que también ha impulsado el orgullo nacional peruano y la educación sobre el patrimonio cultural. 

Su trabajo destaca la capacidad de las sociedades antiguas para vivir en armonía, promoviendo un mensaje de desarrollo sostenible y equidad social para el presente.

Conexión con el contexto peruano: En un país con desafíos como la preservación del patrimonio y la lucha contra el tráfico de tierras, el trabajo de Shady es un símbolo de resistencia y compromiso con la identidad cultural. 

Su reciente descubrimiento en el sitio de Peñico (2025) refuerza su impacto en la arqueología mundial.


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